Bruno, Pep

Contar

Contar es una actividad propia de los seres humanos, ningún otro animal la lleva a cabo. Narrar historias forma parte de nuestro patrimonio genético: no podemos evitarlo. Contar y escuchar historias nos emociona, nos entretiene y además le da forma a nuestro pensamiento, guía nuestra comprensión del mundo. Este libro, cuyo narrador interpela directamente a su lector, planteándole preguntas, reflexiones y ejercicios, propone un ...

Escarabajo en compañía

Escarabajo y sus amigos lo pasan en grande: empujan una pelota gigante montaña arriba, buscan el zapato de Ciempiés, preparan una fiesta muy especial A veces se aburren (como cualquier otro bicho), pero con estos amigos hasta aburrirse es divertido. Un cuento de Pep Bruno -homenaje a Arnold Lobel-, ilustrado por Rocío Martínez con detalles y guiños que encantarán a los más pequeños.

Un monstruo

"Un monstruo" cuenta la historia de una pareja que trae a casa un monstruo para criarlo como un hijo. El monstruo crece y se convierte en un peligro para sí mismo, sus padres y el resto de su barrio. El narrador de esta historia es un niño, vecino del monstruo, que observa cómo el monstruo va creciendo y evolucionando sin que nadie más que ...

Los caminos de los árboles

Los caminos de los árboles es un álbum escrito por Pep Bruno y magistralmente ilustrado por Mariona Cabassa. Está publicado por la editorial La fragatina, siendo éste el título que inaugura la colección "Lo mullarero".

La familia

¡Pasen y vean, damas y caballeros, niñas y niños, al único, al inigualable y nunca visto espectáculo de la familia C que, sirviéndose tan solo de su gran imaginación, sin red ni artificio, sin trampa ni cartón, consigue llenar de color hasta los días más tediosos! ... Porque el circo es mucho más que una carpa llena de artistas insólitos y animales habilidosos; es ...

Un lugar donde ser feliz

Cabra boba, La

Después de buscarla por todo el pueblo, Miguel encontró a su cabra subida en lo alto de un tejado. '¿Se creerá que es una veleta?' ¿O una chimenea? ¿O tal vez un gato?', se preguntaba Miguel. Y con la ayuda de unas flores, un libro de cuentos y un puñado de sal (la sal le gusta a las cabras más que a los niños ...