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Trenes. Arte y literatura "(Revista Litoral nº 262)"

Trenes. Arte y literatura "(Revista Litoral nº 262)".

Autor/es

  • EAN: 9788432064616
  • ISBN: 978-84-320-6461-6
  • Editorial: Litoral. Revista de la poesía
  • Colección: Revista Litoral
  • Encuadernación: Rústica
  • Medidas: 17 X 24 cm.
  • Páginas: 262

30,00 €

Disponible en 4-10 días

En el tren, sentado de espaldas, no veo las cosas llegar, sino partir (Édouard Levé). Uno de los movimientos artísticos que surgieron en los años veinte propulsado por cineastas y documentalistas soviéticos fue el Excentricismo y en su excéntrico Manifiesto exclamaban: «Proponemos el estudio de las locomotoras ¡Enseñaremos a querer la máquina!». Casi un siglo después esta revista con noventa años cumplidos se manifiesta de la misma manera, proponiendo un estudio de los ferrocarriles en el arte y la literatura, entendiendo que es la mejor manera de enseñar a querer la máquina, aunque las locomotoras desde que empezaron a rodar tuvieron sus admiradores, como el poeta francés Valery Larbaud que la describía como una reina en estos versos: «El negro cilindro de tu cuerpo, el oro de tus cobres, la plata de tus aceros». Los trenes con sus vagones y en especial las locomotoras siempre han causado fascinación, porque a pesar de su fuerte y férrea complexión son criaturas melancólicas llenas de vapor y misterio, saben de llegadas y despedidas y suelen ser tiernas cuando se detienen en los andenes. No le temen al vacío de los puentes ni a la oscuridad de los túneles y se podría decir que oímos el corazón del mundo cuando pasan. «El único verdadero viaje de descubrimiento 'escribía Marcel Proust, para quien la guía de ferrocarriles era la más embriagante novela de amor' no consiste en buscar nuevos paisajes, sino en mirar con nuevos ojos», y con esa mirada empezamos a trazar esa ruta que nos llevaría de nuevo al encuentro de la máquina con la poesía. Ya lo experimentamos en la revista navegando en "Líneas marítimas", una edición atravesada por barcos y veleros, luego nos elevamos en aviones y zepelines en "El arte de volar" y ahora nos encontramos en las vías del tren para completar esa trilogía que nos propusimos hacer dedicada a estas máquinas viajeras. «¡Qué cantidad de goces nos prometen los ferrocarriles!», exclamaba Émile Zola, y es verdad cuando observamos toda esa pasión que ha generado el ferrocarril en grandes artistas y escritores desde hace más de un siglo. Una emoción que tiene la velocidad reflejada en el humo de un paisaje, la geometría de un destino en las vías y señales y la complicidad de una estación donde detenerse y abrazarse. La pintura, la fotografía, la literatura, el cine, el cómic y el diseño gráfico en torno a los ferrocarriles así lo demuestran. Suban en este tren, las cosas llegan y parten al mismo tiempo, no importa donde estén sentados, la poesía es la única que conoce la hora de llegada y la estación de destino. (Lorenzo Saval).

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