Lo que dejan ver las sombras

La Habana, abril de 1953. Cuando el agente de inteligencia norteamericano Stanley Mortimer está a punto de regresar a EE.UU alguien le dispara y lo deja malherido. Su jefe y analista de la CIA, Ray Colmore, viaja a Cuba bajo una identidad falsa decidido a averiguar quién ha querido silenciar a uno de sus mejores hombres. La Habana es en ese momento una ciudad cosmopolita en la que mafiosos como los hermanos Lansky, estudiantes revolucionarios y aventureros conviven bajo la dictadura de Fulgencio Batista. Colmore intuye que la clave está en el secuestro de una rica heredera. Ella fue liberada y los secuestradores, de origen italiano, cumplen condena en la cárcel. Pero, ¿quién se quedó con el dinero que nunca apareció? El analista necesitará la ayuda de un inspector de policía y de los amigos de Stanley para investigar en qué estaba metido. Uno de ellos, Martín Ugarte, ex sacerdote vasco, compartió aventuras con el agente años atrás en Tánger junto a Joan Alison, la mujer por la que dejó el sacerdocio. Stanley lucha por su vida en un hospital y Joan, que alcanzó la fama como coescritora de Casablanca, regresa de su retiro americano para acompañarlo, lo que reavivará los rescoldos de la antigua pasión con Martín. Ray Colmore, por su parte, ha movido ficha y contacta con Lucrecia de la O., la guionista que paraliza la ciudad durante la hora de emisión de sus radionovelas. Ella podría ser su nuevo agente informador gracias a su carisma y sus contactos. El Gran Juego del Poder solo acaba de empezar y la vida de un hombre corre peligro. Quien disparó a Stanley Mortimer tal vez vuelva a intentarlo