Suscríbete a nuestro boletín

Medicina y pedagogía "la construcción de la categoría "infancia anormal" en España, 19"

Medicina y pedagogía "la construcción de la categoría "infancia anormal" en España, 19".

Autor/es

36,00 €

Disponible en 4-10 días

Al iniciarse el siglo XX España buscaba soluciones a una crisis que venía arrastrando desde las décadas finales de la centuria anterior y que se había agudizado con la pérdida de las últimas colonias. El «desastre del 98» propició una reflexión sobre la esencia de nuestro país y sobre las circunstancias que habían provocado su decadencia. La mayoría de los españoles coincidió en la urgencia de buscar nuevas formas organizativas en lo político, en lo económico, en lo social y en lo cultural que sirviesen para impulsar la renovación de la sociedad española y conseguir que España se situase al nivel de las «naciones civilizadas». Para muchos intelectuales del momento, como Ortega y Gasset o Joaquín Costa, la solución a los males de la patria se encontraba en Europa. De allí procedían muchas de las nuevas preocupaciones e ideas sobre la infancia que llegaron a nuestro país al comenzar el siglo. Estas ideas fueron recibidas por unos grupos sociales heterogéneos dispuestos a reivindicar la importancia de los niños y a luchar por mejorar su situación, convencidos de que, a través de su protección, se conseguiría la ansiada regeneración nacional. La cuestión de los llamados «niños anormales» fue una de las novedades que llegaron con el cambio de siglo. Psicólogos, pedagogos y médicos foráneos habían comenzado a escribir sobre una nueva categoría infantil integrada por niños que presentaban problemas de comportamiento o eran incapaces de adaptarse a los ritmos y las rutinas de la escuela. La extensión de sus ideas en nuestro país se vio favorecida por la labor de difusión que realizaron algunas publicaciones científicas del ámbito pedagógico y, en menor medida, del ámbito médico; por el programa de becas desarrollado por la Junta para Ampliación de Estudios desde su creación en el año 1907; y, por último, por el impulso dado, desde diversos organismos, a la traducción de obras de autores extranjeros de la talla de Decroly, Claparède, Binet o Descoeudres. Los receptores de sus trabajos fueron, fundamentalmente, los médicos y los pedagogos.

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y facilitar la navegación. Si continúa navegando consideramos que acepta su uso.

aceptar más información