El mundo de la cultura estuvo, durante mucho tiempo, prácticamente cerrado para los invidentes. Pero en el siglo XIX, Luis Braille, consciente de la importancia de la conservación del patrimonio cultural y de lo esencial de éste para la autonomía de los ciegos, revolucionó con su sistema de puntos las competencias de sus compañeros de ceguera. Al dañarse irreparablemente su vista a los tres ...
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