Destinados a servirnos cada día y por toda la eternidad, los ángeles de la guarda nos acompañan como la sombra al cuerpo. «Pues que cada hombre tuvo, tiene y tendrá su custodio diferente, se sigue que en lo sucesivo --concluido su ministerio-- no se empleó, no se emplea ni se empleará en la guarda de otro.» Tutores del día humano, sin por ello dejar ...
12,90 €