Conoció y puso el famoso apodo a Dum Dum Pacheco, recogió balas perdidas de la escena del crimen para Juan Luis Cebrián, director de 'El País' --periódico que entonces daba sus primeros pasos--, prestó oídos e hizo de confidente y taquígrafo del último verdugo, visitó cárceles y reformatorios para dar voz a los sin voz, siguió a los quinquis y asistió a sus sepelios, ...
25,90 €