Es fácil advertir la constante comunicación sensorial de los animales con su medio o entre ellos. Olfatean, miran, tocan, lamen o escuchan constantemente. Pero esto no es una característica exclusiva de los animales. Las plantas, por ejemplo, han de saber de algún modo cuándo es el momento de florecer o en qué época deben desprenderse de las hojas. Son acciones que exigen comunicación con ...
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