Tengo para mí que por estos pagos aquello de «algo huele a podrido en Dinamarca» da un poco bastante o mucho igual. Por aquí la corrupción apesta, flota y nos desangra, pero las autoridades la aceptan como un hecho -cohecho- que forma parte inevitable del paisaje. Que sin aceite, dicen, la maquinaria no marcha. Que les va la marcha a quienes primero usurpan la ...
15,90 €