En la cola de Correos, un hombre solo. Ni por asomo: un escritor nunca está solo. En su cabeza encresta diálogos consigo mismo y con toda aquella que se cruza entre sus orejas, tiene a bien trenzar neuronas y acepta la invitación a dar otra vuelta de tuerca a las peculiaridades del lenguaje, a las maldiciones y milagros de las lenguas y a los ...
18,00 €