Si una criatura tiene patas enormes y peludas, probablemente es un monstruo. Si tiene una cola que se extiende por metros y metros, probablemente es un monstruo. Si debajo de las cejas tiene ojos amarillos, probablemente es un monstruo. Y si tiene una nariz como una berenjena gigantesca . . . ¡seguramente es un monstruo! Enseñándoles a los pequeños lectores cómo identificar monstruos cuando ...
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