Prensas de la Universidad de Zaragoza
Hasta 1975, las mujeres españolas no pudieron abrir una cuenta bancaria propia, regentar un negocio o firmar un contrato sin el permiso de su marido. Sin embargo, en el mundo romano, ya desde la República, las mujeres se convirtieron en propietarias, con todos los derechos y deberes correspondientes. Tras la muerte de su padre, las mujeres romanas podían heredar, trabajar, pagar impuestos, prestar y ...
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