En "El placer de contemplar", Joaquín Araújo no da respiro a sus lectores; sus 'chisporroteos', como él los llama, constituyen una permanente eclosión de fogonazos estelares que acaban por hacernos recobrar la vista, o una forma de ver muy amorosamente pegada a la naturaleza. En un tono altamente lírico, en el que abundan los haikus, la mística telúrica o las incursiones filosófico-poéticas, Araújo bucea ...
12,00 €