Desmontando la leyenda negra antiespañola

La presente obra no tiene como objetivo último el atacar a ningún país, en general, o a ciertas personas, en particular. Pretende el análisis y descripción del origen y la evolución de la Leyenda Negra Antiespañola en los distintos territorios en donde la misma ha estado o sigue presente, así como lo que con ello se buscaba, que no era otra cosa que el desprestigio de la Monarquía Hispánica o los españoles. Para tal finalidad, y lejos de repetir lo que otros autores ya han hecho en esta loable defensa de nuestro legado histórico, hemos empleado como base fundamental los documentos existentes en los archivos, los relatos o la literatura, que se han convertido en los verdaderos fedatarios de la realidad protagonizada por nuestros antepasados y que luego fueron tergiversadas o manipuladas desde otros lugares, incluso desde la propia España. Es por ello por lo que, frente a la Leyenda Negra Antiespañola, pretendemos más verdad histórica, más defensa de quienes fuimos y aportamos a la historia y al presente de la humanidad, más sentimiento de unidad y vertebración, a la vez que demandamos menos complejos a la hora de defender nuestra historia y el legado de nuestros antepasados, frente a las mentiras usadas de manera reiterada por nuestros adversarios históricos, que hacen que la ignorancia de muchos permita que sean aceptadas como reales. El resultado último, el que todos deberían saber, es que desde estas tierras de trasladó a muchos lugares del planeta nuestra cultura, nuestra lengua, nuestra religión o nuestra forma de ver al prójimo, muy distante a las prácticas realizadas por otras potencias europeas, con respecto a aquellos pueblos con los que entraron en contacto. Desde el trono español, se diseñó un ordenamiento jurídico que protegía y no perseguía a los indígenas; una planificación urbana de las ciudades que se fueron erigiendo, conforme a una idea de permanencia y no de esquilmación; además de la erección de hospitales, universidades u otros centros de formación intelectual, en donde la segregación racial no formaba parte del ideario social.