El lobo cansado

"El lobo cansado", la nueva novela de Isaac Montero, relata la salida a la luz de alguien que funde en su persona las figuras del juez y del verdugo; en otras palabras: "un justiciero". El lobo se mueve, por tanto, en esa línea de héroes modernos a quienes la doble moral de los códigos empujan a restablecer la equidad rota. La hartura de este "justiciero" no se conforma sin embargo con el castigo a los culpables, y amenaza con el sacrificio de inocentes que paguen por los desmanes de los poderosos. El nuevo juez-verdugo llama a estos crímenes "ejecuciones compensatorias", y persigue con ellos que la impunidad habitual se torne imborrable y odiosa. Las "hazañas" de El lobo, que se relaciona con las autoridades y los medios de comunicación mediante e-mails, las narra el ex policía a quien se encargó el seguimiento de un sospechoso. Quizá por ello, y a diferencia de otras narraciones de "justicieros", las acciones de la trama eluden mostrarlo, y cuando el libro acaba el enigma de su identidad permanece. ¿Quién es, pues, "El lobo cansado"? ¿Una madre vengativa, un "grupúsculo" revolucionario, el infiltrado en una red policial cuyos fines desvirtúa? Como es habitual en Montero, tanto el narrador como la galería de personajes evocados por él se convierten en criaturas singulares gracias a la prosa, una prosa escurridiza, irónica, y siempre atenta a plasmar escenas dramáticas y a sugerir conflictos profundos.