El placer de la renuncia

Como ya nos tiene acostumbrados, Keiler Roberts nos deja entrar en su casa y echar un vistazo a su día a día. Las escenas cotidianas se mezclan con las consideraciones sobre la crianza, la enfermedad, la precariedad del mundo del cómic y el amor por las cosas a las que no solemos prestar atención: el rayito de sol que entra por la ventana, los objetos de segunda mano, las ratas, el silencio a la hora de la siesta... Keiler es la amiga que siempre quisiste tener y, por suerte, aunque a veces tengamos ganas de renunciar, sus cómics, su sensibilidad, nos acompañarán siempre. Keiler Roberts es la amiga que siempre quisiste tener. La persona a la que confiarías tus anécdotas y que luego trasladaría todos esos recuerdos a sus cómics biográficos, donde el detalle más ordinario cobra una nueva y emocionante dimensión. La nostalgia, la melancolía, la enfermedad, el miedo al futuro, el trabajo, el arte como escapatoria y la vida, en todas sus facetas, se dan la mano en el último cómic de Roberts, donde se reúnen algunas de sus mejores viñetas, inéditas hasta ahora en castellano.