Fingir la fiebre

"Fingir la fiebre" es un poemario que busca el extrañamiento en el lector, y su vez, acompañarlo en la cotidianidad del asombro, ser cómplice en la sorpresa. Esta extrañeza se consigue desde diferentes planos, ya sea desde la superposición (y la inevitable expansión, por tanto) del significado, como desde la pura técnica de la labor poética. Su autor, como en libros anteriores, desafía las expectativas de la lectura y la comodidad de la sintaxis conocida, pero su experimentación con el lenguaje no llega esta vez a la desfragmentación, sino que nos deja en un limbo, en un estado febril continuo. Por ello, se suma a este juego de rupturas con lo esperado un ritmo cuidado y consciente de sus fracturas. Además, el imaginario, surrealista y palpable a un mismo tiempo, parte del cuerpo para desbordarlo y trascenderlo. El poemario se configura en sus cinco capítulos como un camino de aprendizaje y asombro a través del dolor y su experiencia. Cada etapa del duelo, de la pérdida, sirve como proyección de una ficción que se hace real dentro de los entresijos más humanos y nos va ocupando con una voz exuberante.