En este segundo volumen de microrrelatos han cambiado algunas características con respecto al primero, el titulado "A sabiendas". La más importante es que el gran Santiago Calvo () ya no ha sido sólo el diseñador de la cubierta sino de 25 estupendas ilustraciones que han iluminado mis cuentecitos dándoles lustre y una mirada sabia y certera. La segunda es que, pese a los sabios consejos de mi hermano Ignacio, poeta donde los haya contra estos tiempos de mediocridad, he aumentado el número de narraciones de asunto macabro, incluso terrorífico. La tercera es que el tema contrapuesto a la Muerte, es decir, el Amor, también ha acrecentado su protagonismo. Me ha costado, aunque he tenido la ayuda de todos aquellos que me han prestado su apoyo, elegir estos 50 de entre los muchos que, quién sabe, tal vez conformen un tercer volumen. La cuarta es que algunos han sido escritos en los últimos meses, uno de ellos lo escribí a última hora, el 18 de mayo de 2024. El azar vuelve a ser quien los presenta ordenados ante vuestros ojos, con excepciones motivadas por las ilustraciones. Ojalá segundas partes hayan sido buenas. Chano y yo creemos que sí. Pero vosotros, lectores, tenéis la última palabra. O mejor, la tengo yo: disfrutad.