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Juan Ramón Masoliver "Edición y cultura en la Barcelona de posguerra"

Juan Ramón Masoliver "Edición y cultura en la Barcelona de posguerra".

Autor/es

  • EAN: 9788417425081
  • ISBN: 978-84-17425-08-1
  • Editorial: Fórcola ediciones, S.L.
  • Colección: Siglo XX
  • Encuadernación: Rústica
  • Medidas: 13 X 21 cm.
  • Páginas: 448

29,50 €

Disponible en 4-10 días

José Ramón Masoliver (1910-1997) se inició en la vida cultural de Barcelona, en 1929, como editor de la revista vanguardista 'Hélix', donde colaboraron Ramón Gómez de la Serna, Ernesto Giménez Caballero, Manuel Altolaguirre o Emilio Prados. Dio sus primeros pasos en el periodismo en la Italia musoliniana, a partir de 1931, como corresponsal de 'El Sol' y 'La Vanguardia', mientras trabajaba como lector en la Universidad de Génova, colaboró estrechamente en Rapallo con Ezra Pound, y publicó sus primeras traducciones en las revistas 'Il Mare' y 'LIndice'. Su amistad con Luis Buñuel y Salvador Dalí le llevaría a París, donde tomó contacto con personajes como James Joyce. Colaboró con el escritor y periodista Luys Santa Marina en la revista 'Azor'. Tras la Guerra Civil, fue nombrado Jefe de Propaganda de Barcelona, impulsó la reapertura del Ateneo de Barcelona, y junto a Ignacio Agustí y Josep Vergés sacó adelante el semanario 'Destino'. Como fundador de la editorial Yunque, supo rodearse de una corte literaria en la que destacaban personajes como Juan Eduardo Cirlot, Guillermo Díaz-Plaja, Julio Garcés, César González Ruano, Ramiro Ledesma, Néstor Luján, Francisco José Mayans, Elisabeth Mulder, Eugenio Nadal, José Bernabé Oliva, Dionisio Ridruejo, Martín de Riquer, Félix Ros, Luys Santa Marina, Manuel Segalá, Manuel Vela Jiménez, y Joan Teixidor. Además, Masoliver fue fundador, dinamizador y miembro del jurado de múltiples y prestigiosos premios literarios, como el Premio Nadal o el Premio de la Crítica, vigentes en la actualidad.   Para la autora, Juan Ramón Masoliver es la voz de un intelectual cosmopolita que se definió a sí mismo, por encima de cualquier etiqueta propia o ajena, como un animal de lectura, que dignificó el arte de la traducción, fue un apasionado dinamizador de la lectura, y defendió el oficio de editor como lector.

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