Manuel Lorenzo Pardo

Manuel Lorenzo Pardo (1881-1953), ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, es, sin duda, la más relevante figura de la filosofía y la práctica hidráulica española del primer tercio del siglo XX. Heredero y materializador de buena parte del pensamiento hidraulista de Joaquín Costa, el ingeniero castellano-aragonés merece pasar a la Historia cuando menos por tres cuestiones esenciales: su pionera visión de unidad de las cuencas hidrográficas -el será el artífice de las Confederaciones Hidrográficas en marzo de 1926-, el visionario diseño de la idea de hiperregulación (que se materializará en el primer hiperembalse del país, el pantano del Ebro, por él creado) y, finalmente, el revolucionario sistema de corrección del grave desequilibrio hidrológico peninsular a través del titánico trasvase Tajo-Segura, científicamente enunciado por el ingeniero en el Plan Nacional de Obras Hidráulicas de 1933. El presente trabajo responde al intento de rescatar del olvido la figura y la obra de un gran español con el que España tiene, desde antiguo, una enorme deuda contaída.