En Worpswede, una pequeña localidad de la Baja Sajonia, comenzaron a establecerse a finales del siglo xix diversos pintores que llegaron a constituir una auténtica colonia de artistas, amparados por la armonía de su paisaje y el austero discurrir de sus días. Acuciado económicamente y deseoso de asentarse junto a su esposa y su hija recién nacida, Rilke llega a Worpswede en el otoño ...
20,00 €