Escasísimas son las páginas humorísticas de Azorín. El gran prosista de Monóvar, en su delicada precisión, en su afecto delicuescente por lo menudo, en su escrupulosa hiperestesia, fue ante todo un retratista de paisajes y de ámbitos teñidos siempre de una atemperada cuanto honda nostalgia, y no obstante, nos legó esta curiosa farsa titulada "El chirrión de los políticos". Se trata, como nos indica ...
16,95 €