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Mi desilusión en Rusia

Mi desilusión en Rusia.

Autor/es

  • EAN: 9788416995592
  • ISBN: 978-84-16995-59-2
  • Editorial: Ediciones de Intervención Cultural
  • Encuadernación: Rústica
  • Medidas: 17 X 23 cm.
  • Páginas: 298

24,00 €

Disponible en 4-10 días

La noche del 21 de diciembre de 1919, junto con otros doscientos cuarenta y ocho prisioneros políticos, Emma Goldman fue expulsada de los Estados Unidos, país al que había llegado con 16 años de edad desde su Lituania natal. A bordo del navío Buford llegó a Finlandia, y desde ahí, en vehículos sellados, a Rusia. La deportación se producía después de muchos años de activismo dentro del movimiento libertario americano. Compañera del también anarquista Alexander Berkman (condenado por tratar de asesinar al empresario Henry Clay Frick cuando sus trabajadores se encontraban en huelga), Goldman había sido encarcelada en Chicago por agitadora y detenida en tres ocasiones: en 1901 por supuestamente participar en un complot para asesinar al presidente McKinley, en 1916 por distribuir material junto a Berkman y en 1917 por conspiración militar. Fue precisamente en esos años (entre 1906 y 1917) cuando escribió, editó y publicó la revista anarquista Mother Earth (Madre Tierra). En 1919 fue finalmente expulsada de EE.UU. y deportada a la Rusia bolchevique. En la audiencia en la que se trataba de su expulsión, un joven J. Edgar Hoover, presidente entonces del Departamento de Justicia y futuro jefe del FBI, la calificó como 'una de las mujeres más peligrosas de América'. Con la expulsión empezaba una etapa que la llevaría a moverse durante dos años con absoluta libertad por la Rusia revolucionaria y a sumergirse en el entorno bolchevique. Llegó ilusionada, pero fue desengañándose paulatinamente, a medida que vivía los acontecimientos, llegando a la conclusión de que la esencia de la Revolución estaba siendo traicionada. Comprobó que el proyecto que veía no coincidía con su idea de lo que debe ser un proceso revolucionario. La represión política, la burocracia y los trabajos forzados en los años posteriores al triunfo de la Revolución rusa contribuyeron en gran medida a cambiar las ideas de Goldman sobre la manera de utilizar la violencia. La marginación y persecución de los anarquistas fueron elementos determinantes de su decepción. Durante esos dos años que pasó en Rusia (1920-1922) convivió con dirigentes bolcheviques y trató especialmente a anarquistas como Piotr Kropotkin, a cuyo entierro asistió en 1921. La puntilla final fue cuando participó en la sublevación anarquista de Kronstadt, un hecho que supuso la ruptura del último lazo que la unía a los bolcheviques. Disconforme con lo que veía como un fuerte autoritarismo soviético, se instaló definitivamente en Canadá. En 1936 colaboró con el Gobierno Español Republicano en Londres y Madrid durante la Guerra Civil Española (experiencia recogida por David Porter en Visión en llamas. Emma Goldman sobre la Revolución española, un recorrido por sus tres viajes a España entre 1936 y 1938). Murió en Toronto en 1940 y está enterrada en Chicago.

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