. Con estas palabras inaugura Darío Villanueva el prólogo al primero de los tres volúmenes que la Biblioteca Castro acaba de publicar con la intención de recuperar la figura de esta gran escritora gallega de origen cántabro (Santander, 1921-A Coruña, 1995): una de las principales voces femeninas dentro de la narrativa española de los años 50.
Tanto en "Viento del Norte", ganadora del premio Nadal donde se rinde claro homenaje a "Los pazos" pardobazanianos, como en el resto de sus grandes novelas refleja Quiroga con maestría la soledad e incomunicación de muchos de sus profundos personajes.
De esta manera queda reflejado en "Algo pasa en la calle", indudable precedente de "Las cinco horas con Mario" de Delibes en la que establece un rico juego de perspectivas en torno a la figura del ausente Ventura, o a través del individuo inadaptado que se desenvuelve en el escenario taurino de "La última corrida".
"Tristura" y "Escribo tu nombre", obras ya de los años sesenta se insertan dentro de un proyecto autobiográfico en el que el lector es testigo del madurar de Tadea, la niña solitaria y arisca que pasa del ambiente hostil de la casa familiar santanderina al internado de monjas del que saldrá ya en plena adolescencia. Paisaje íntimo que, inevitablemente, nos trae a la memoria otros personajes inolvidables de coetáneas de Quiroga como Laforet o Matute.