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Sleeping Train. Fotografía/Poesía

Sleeping Train. Fotografía/Poesía.

Autor/es

  • EAN: 9788487302602
  • ISBN: 978-84-87302-60-2
  • Editorial: Amargord, Ediciones
  • Encuadernación: Cartoné
  • Medidas: 22 X 21 cm.
  • Páginas: 178

35,00 €

Disponible en 4-10 días

Las tres mil fotografías con las que Ramón Huidobro volvió de su viaje a la India podrían haber sido tres mil haikus: los haikus del Tren. En este tren, Ramón realizó un viaje iniciático y volvió con este hatillo de fotos en los que cada persona es una estación; cada vagón, una vía; cada camino, una parada y cada parada es una fotografía. Y vuelta a empezar: cada persona es una fotografía y cada gesto suyo, una mirada. Atacado por alguna patología poética, cada mañana se levanta hambriento de imágenes y las toma, las caza, las recolecta, a veces las roba, incluso las mendiga, según su estado de ánimo. Hasta que descubre que se relaciona con la gente a través de la fotografía. Y como en su vida cotidiana en Madrid, realiza transgresiones. Transgresiones cotidianas, domésticas. Se cuela en las bodas, se inmiscuye en conversaciones, se asoma a los compartimentos de las familias, pero, sobre todo, mira donde no hay que mirar. Siempre con su cámara. El viaje iniciático se convierte en viaje mundano y retrata los malos olores de las alcantarillas sociales, los aromas de las novias y de las especias, los colores de las lentejuelas, la línea del horizonte invadida de pájaros o de locos, en fin, todo lo que se le ponga por delante. Como si en cada fotografía tuviese que contar todo. El viaje empieza a destilar experiencia y el tren fluye como un río lleno de cadáveres muy vivos. Las vías del tren se parecen a las calles, los vagones a las casas, sus habitantes son los mismos, los moradores son viajeros. Todo es lo mismo y todo cambia. En este tren, en este viaje gráfico, se encuentra el discurso universal del agua, con sus protocolos y bautizos; el del comercio, y sus relaciones sociales y los mercados, donde van a mercar todos: abuelas, nietos, gatos y travestidos; está el discurso del viaje, del cambio, del tren, ese tren que tanto se parece a una casa. En este viaje, una peluquería se convierte en un templo, un templo en un establo y el establo en una playa. E

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