Sombra de la luna, La

"La fortaleza dormía en silencio y penumbra mientras Menendo por­taba en su mano la lámpara, cuya temblorosa luz amarilla no hacía sino insinuar el camino que bien conocíamos. Tan sólo se escuchaban los ronqui dos lejanos de algún soldado, atenuados por las gruesas puertas de castaño con que, por la noche, se cerraban las estancias. Al llegar a tan infernal habitáculo, el envilecido médico apoyó la lámpara sobre el sucio borde de piedra de un pesebre. Precisamente porque se hallaba seguro de conocer­me, nunca esperó aquel hombre una reacción agresiva por mi parte, pues sabía bien que la violencia me horrorizaba. Pero aquella noche hube de vencer al miedo, el más despreciable de los consejeros." En mitad del siglo XIII, un médico seguidor de las doctrinas tradi­cionales se ve obligado a huir- tras haber cometido involuntariamente un homicidio. Perdido en mitad de los bosques, no tarda en ser atrapado por un sangriento cazador de hombres que, junto a una mujer ,y un muchacho habitan desde hace años aquellos agrestes parajes. E1 valor que allí posee su excepcional conocimiento de los remedios naturales le sirve para conser­var la vida, pero le condena a permanecer prisionero y apartado de todo contacto con la sociedad. En estas condiciones de aislamiento extremo transcurre la existen­cia, repleta de aventuras y situaciones límite, de estos seres olvidados. Pero un día el destino decide devolverlos a la multicultural civilización de su tiempo, resucitando con ello los fantasmas de su inconfesable pasado.