Técnica e ingeniería en España. I: El Renacimiento

Desde una nueva confianza en la razón, en el Renacimiento se asiste a un proceso de modernización vigorosamente dominado por la idea de progreso. Partiendo de una nostalgia erudita, se termina mostrando el orgullo por la superación no solo del saber disponible en la Edad Media, sino de la herencia de los clásicos. La sustitución de la autoridad como criterio científico-técnico por la experiencia y capacidad de raciocinio personal es una de las grandes aportaciones de un periodo de transición y replanteamiento, que va mucho más allá de la mera recuperación de la cultura greco-romana. En el marco de la técnica hispana son ejemplos de esta aludida superación: el «arte de navegar», que, según Martín Cortés, conseguirá «dar guía a una nao engolfada donde solo agua y cielo verse puede»; la irrigación de nuevos territorios mediante presas como la de Tibi, récord mundial de altura hasta el siglo XVIII; o la explotación con acrecentada eficiencia de recursos mineros, «la savia del imperio», con mejoras sustanciales tanto en los procesos extractivos como en los metalúrgicos, la amalgamación en particular. El capítulo inicial efectúa un breve excursus lexicográfico acerca de términos como arte, técnica, ingeniería, arquitectura, ciencia y tecnología. El resto del volumen está estructurado en dos partes. Los capítulos 2 a 8 se centran en temas generales u horizontales: la valoración filosófica de la técnica, los ingenieros «del rey», los gremios, las instituciones educativas, la estética, la lengua y el dibujo. Los capítulos 9 a 17 abordan diversos sectores técnicos: la obra pública civil, la ingeniería militar, la artillería, la minería, la navegación, la construcción naval, la agricultura y la proto-industria. El reconocimiento intelectual y económico de la invención completa el cuadro (cap. 18). El volumen se cierra con un anexo que contiene breves apuntes biográficos de más de un centenar de personajes relevantes.