Los hombres de la Edad Media tenían clara la distinción entre el temor y el miedo. Mientras que el primero es producto del amor, del amor verdadero, que es el amor de Dios, el segundo procede del espanto. A finales de la Edad Media no es raro encontrar menciones del temor para caracterizar lo que el súbdito está obligado a sentir por su rey, ...
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