El día que Don Rodrigo de Alvarado se jubiló como fantasma, fue el día en que su muerte dejó de tener sentido. Durante décadas, el viejo caballero se limitó a vagar por la casa acompañado por su gato Recesvinto; flotando de un lado a otro, representando obras de teatro junto a la chimenea, y mirando por la ventana con nostalgia mientras recordaba tiempos mejores. ...
13,95 €