Irving Brown fue uno de tantos viajeros atraídos por el misterio de España, pero no fue un viajero más. A él de España no le interesaban tanto los monumentos ni los paisajes --aunque los describa con detenimiento--, ni los contrabandistas ni las majas, como, por encima de todo, algo mucho más concreto y al mismo tiempo etéreo: sus gitanos. Viene a España en su ...
16,00 €