"Me enorgullecí siempre de no llamarle papá, de ser capaz de no hacerlo". Creo que siempre esperé la muerte de mi padre como la prueba definitiva para comprobar si le quería o no. Porque, en el fondo, no me perdoné nunca el quererle. Tampoco me perdonaba el no quererle. Solo sabía que cuando él muriera, yo, probablemente, podría empezar a quererle en paz. Nacida ...
19,90 €