En los años ochenta Bobby London retoma las viñetas diarias después de que las dejara Bud Sagendorf para dedicarse únicamente a las dominicales. London se muestra pronto como un dignísimo continuador de la saga sin perder un ápice de humor ni de maestría en su estilo. Popeye insta a Olivia a ejercitar sus derechos librándose de un "muñeco-bebé-Brutus" que había adquirido en una compra ...
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