Editorial La Serranía, S.L.L.
Dentro de las comunidades de la Tercera Orden Regular, aunque todos los frailes debían ser iguales, como su propia denominación de hermanos indica, la realidad es que había una clara división entre legos y clérigos; los legos, que no habían tomado las órdenes sagradas, se dedicaban fundamentalmente a trabajos manuales y de servicio a la comunidad, como criados e incluso procuradores del convento, mientras ...
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