Ser abogado no es una tarea sencilla. Exige tener una gran capacidad de concentración y de juicio; capacidad de análisis y para realizar esfuerzos prolongados; el sentido del peligro desarrollado; capacidad de atención en condiciones que habitualmente desconcentrarían a cualquiera; capacidad de exposición escrita y oral; psicología cotidiana; visión estratégica de los asuntos; valor, etc., etc., etc. No es trabajo ni para tontos, ni ...
23,50 €